martes, 3 de abril de 2007

No fue un día fácil.

No fue un día fácil, fue la primera vez que hablamos seriamente del hecho que tendría que radicar en Cancún. La razón no era minúscula y no había para escojer opciónes, habia que estar allá, había que dar término a un proceso doloroso para Daniela y Sophia, este que provoca el extrañár e impacientarse por la falta de presencia de un ser amado. Había que evitarme la pérdida de su niñez.

Empezamos de muy buen ánimo la comida, terminamos despidiendonos muy friamente y caminando hacia sentidos opuestos. Como si estuvieramos haciendo una analogía del futuro que -según nuestro miedo- nos esperaba.

El tiempo es un gran catalizador, al tiempo, esta escena se ve tan distante.
Hoy día, nuestro presente y nuestros planes estan más fuertes que nunca.

No hay comentarios: